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¿Alguna vez has preferido un producto de una marca determinada antes que otro que te ofrezca el mismo beneficio, con la misma calidad y al mismo precio? Seguro que sí. Esto ocurre porque la imagen de marca y los valores que esta transmite consigue conectar con los tuyos. Ya sea por línea estética, ideología, valores o estrategias de RSC, las marcas tienen muy en cuenta qué quiere su público objetivo y se adaptan a él para seducirlo, por eso no nos da igual una marca que otra.
Las Brand love son marcas que han conseguido, con mucho trabajo y años en el mercado, no solo captar la atención de su público, sino fidelizarlo a base de estrategias que lo enamoran y que veremos más adelante en este post.
Uno de los factores clave para que el público ame a una marca es su reputación. Los consumidores ya no creen en la publicidad, pero sí en las opiniones de otros usuarios. Si consigues dotar a tu marca de buena reputación entre los clientes y clientes potenciales, estarás un paso más cerca ser una brand love.
¿Se te ocurre el ejemplo de alguna brand love? No tiene porqué ser una gran multinacional, de hecho, cada vez son más las nuevas y pequeñas marcas las que trabajan cuidadosamente su reputación, imagen, identidad, responsabilidad social y transparencia para resultar más a tractivas para su target.
Antes de centrarnos en el concepto y estrategias love brand, hay que definir la diferencia entre imagen y reputación corporativa. Así, es que la reputación de una empresa es su percepción pública, mientras que la imagen es cómo la ven sus grupos de interés. En resumen, la reputación corporativa se centra en lo que los clientes piensan de una empresa.
Habitualmente, la reputación viene dada por la experiencia de usuario, hechos o acontecimientos reales relacionados con una marca, mientras que la imagen que se muestra al exterior también está condicionada, por lo que a la propia empresa le interesa transmitir de cara a la galería.
Existen empresa que han trabajado tanto, factores para la buena imagen y reputación, que han conseguido hacerse con los primeros puestos en el corazón de los consumidores. Estas son algunas de las marcas internacionales mejor valoradas por los españoles, según MERCO. ¿Te sientes identificado con alguna de ellas?
Mercadona
Inditex
Grupo Social Once
Telefónica
Repsol
IKEA
Cocacola
Mutua Madrileña
Muchas de ellas han tenido severas crisis de reputación, pero gracias los profesionales que las han gestionado, consiguen mantenerse en estos puestos.
Cuando se crea un nuevo producto, se tienen muchas variables en cuenta para garantizar su éxito. Cómo la demanda real del mercado, la competencia, los recursos que necesitaremos para desarrollarlo, a qué público nos dirigimos, costes de producción, en qué aspectos nos diferenciaremos de la competencia para destacar… todo esto son factores básicos y principales, pero, una vez que hayamos conseguidor que el producto se venga y funcione, ¿Cómo haremos para que pase formar parte del “top of mind” de los consumidores? La única manera es enamorándolos.
Cada día recibimos cientos de mensajes publicitarios y ofertas de productos similares, a cuál más atractiva. Con el precio se puede jugar, pero con un límite, porque si lo pasamos, no habría ganancias. Donde no tiene por qué haber límites en la creatividad y en la profundidad del mensaje que se transmite tanto con valores tangibles e intangibles. Por ejemplo, si mejoramos la calidad de un envase y además se vuelve sostenible, atraeremos a un público que ya exige esto en su lista de marcas. Las características que definen a una marca deben estar en el producto y también en su Marketing, en la atención al cliente e incluso en el diseño del packaging.
La clave para crear una brand love es conectar con las emociones del público y hacer que se sienta identificado con la marca. Para conseguir esto, hay que crear, cuidar y mantener una marca, pero también hay que ir más allá y hacerla real trabajando en su reputación.
Esta es la pregunta que todas las marcas se hacen y, es que, diferenciarse cada vez es más difícil y se necesita de una conexión especial para fidelizar al consumidor.
Existen cinco factores esenciales que trabajan el perfil emocional de una marca o producto:
El propósito: que se conseguirá aparte con el producto aparte del fin práctico para el que se ha creado. Por ejemplo, si permitirá mejorar tu imagen personal, si te hará sentir más seguro, pertenecer a un círculo social…
Diferenciación: hay valores de marca que permiten diferenciar a una marca de otra, como por ejemplo: la exclusividad, la personalización, el nivel cultural, nivel socioeconómico que representa, entre otros.
Relevancia: que diferencia a esa marca de otra y que la hace sobresalir entre la competencia.
Consistencia: la capacidad de la marca para mantener la coherencia en todas sus vertientes, desde las tangibles hasta su comunicación e identidad. Por ejemplo, de nada sirve hacer un producto sostenible si luego su merchandising está hecho de plástico contaminante.
Experiencia 360: conseguir que el producto tenga más vida que el objetivo para el que ha sido creado es un acierto, ya que la marca estará presente en más momentos de la vida diaria del consumidor. Por ejemplo, si compras unos zapatos que van en una caja bonita, resistente y original, muy probablemente, no acabe en la basura y se le acaben dando más usos.
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