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La comunicación en una empresa es un pilar fundamental. Sin embargo, no se trata de mantener una correcta comunicación unidireccional, sino que también es relevante que todas las partes que entran en el proceso comunicativo puedan dar sus impresiones y participar en dicho proceso.
Cuando un trabajador realiza una labor espera que algún momento alguien le aporte un feedback acerca de cómo lo está haciendo. Necesita saber si lo está haciendo bien y en qué aspectos puede mejorar. De igual manera, el jefe o directivo necesita de ideas de mejora por parte de sus trabajadores.
El feedback no se debe tomar como una represalia o un favoritismo, sino todo al contrario. La comunicación es un pilar importante para que la empresa u organización vaya hacia adelante con paso firme.
Si quieres saber más sobre el feedback, te animo a que veas esta videolección de María del Mar Díez, docente de Coaching. En cinco minutos nos habla de la importancia de este aspecto y de cómo implementarlo en una organización.
En este vídeo te hablará sobre el feedback y la importancia de integrarlo en una organización o equipo de trabajo, así como de sus principales beneficios, resolviendo también alguna duda acerca de las diferentes confusiones que puede generar este proceso.
Empecemos por definir qué es el feedback o la retroalimentación: se trata de una forma de intercambiar información en la que dos parte se comunican sobre el desarrollo de sus tareas y su ajuste a los objetivos de la organización. En las empresas se utiliza para informar al trabajador sobre su desempeño y sus posibilidades de mejora.
En cuanto al desarrollo del mismo, se puede llevar a cabo en una reunión en la que el equipo directivo convoca a cada uno de los trabajadores y colaboradores y en la que se sigue este proceso.
En primer lugar, se exponen las conductas específicas a mejorar, a eliminar o que se deben mantener. En segundo lugar, se investigan y analizan las estrategias de esas conductas, después se estudian los resultados que producen en la empresa y a ello se le une la predicción de resultados que se espera con el cambio.
Por último, el propio trabajador es quien expresa sus impresiones acerca no solo de esta información, sino también de su desempeño profesional dentro de la empresa.
Veamos por qué es importante implementar un buen proceso de retroalimentación. El feedback es una herramienta para detectar competencias, explorar capacidades e identificar áreas de mejora. Le sirve a la empresa para analizar de forma periódica y organizada el desempeño laboral de una persona, motivándola y centrándola en las metas compartidas con la empresa.
Por otro lado, favorece una mayor comunicación y coordinación entre emisor y receptor, así como entre responsables y personal laboral, por lo que evita la acumulación de posibles errores y conflictos. También implica un mayor seguimiento y control del comportamiento, ya que el feedback no debe improvisarse, sino que se elabora previamente planteando preguntas con una escucha activa y estableciendo objetivos a corto plazo.
Promover el feedback en una organización supone además que todas las personas implicadas conozcan los procesos de mejora y las oportunidades que ofrece esta retroalimentación en la propia empresa. La organización, a su vez, se muestra interesada por las inquietudes y dudas del trabajador mediante el diálogo y la escucha activa de las propuestas, por lo que aumenta el compromiso y la fidelidad hacia la empresa.
El feedback también proporciona información sobre la capacidad de autoanálisis del trabajador, su honestidad, humildad y compromiso. Algunos ejemplos de ello pueden ser la creación después de la reunión, qué y cómo lo cuenta al resto del equipo o las justificaciones y excusas que utilizan.
Analicemos ahora el punto de vista del trabajador, y es que este, el receptor en este caso, no debe tomarlo como una crítica o amenaza, sino como una oportunidad de conocer el camino a seguir, las expectativas de la empresa o las tareas que se espera que realicen, abriéndose a una oportunidad de mejorar su compromiso con la organización.
El trabajador suele recibir un resumen de la retroalimentación que le servirá de guía y recuerdo de lo acordado en la reunión, además también puede solicitar esa información antes de que dicho encuentro se produzca, adelantándose y pudiendo preguntar sobre su desempeño antes de que se produzca la detección por parte de la empresa.
Recuerda que nadie puede desarrollar una habilidad si no la conoce o no se la han enseñado, por lo que se puede mejorar aquello sobre lo que no se tiene constancia. De esta forma es importante que aprovechemos la oportunidad que nos brinda el feedback para optimizar y maximizar nuestro rendimiento.
En última instancia es importante señalar algunas confusiones que se producen de forma frecuente y recurrente a la hora de implementar y aplicar la retroalimentación. El feedback es un mensaje entre dos partes, si no hay intercambio y solo hay información no es lógicamente una retroalimentación.
Por ello, la empresa debe estar dispuesta a escuchar críticas, preguntas y dudas. No se trata de comunicar resultados o expresar solo las conductas indeseables, sino que debe basarse en un compromiso de ambas partes para identificar aciertos, reconocer errores y sobre todo proponer mejoras.
No se debe esperar a la actualización de un contrato o una mala conducta para emitir un feedback, ya que este puede realizarse también de forma preventiva, sirviendo para detectar problemas a tiempo.
Además, no debe ser un proceso paternalista. ¿Qué quiere decir esto? Que el exceso de empatía o condescendencia puede llevarte a distanciarte del objetivo del feedback y de la empresa, por lo que es necesario combinar las metas de las empresas y las realidades de la persona.
Por último recuerda: el feedback mejora la productividad, la motivación y el clima laboral. El feedback es positivo, constructivo y habla sobre las conductas del pasado que repercuten en el presente y que se pueden modificar para un futuro más exitoso.
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